jueves, 16 de agosto de 2012

me gusta leer



Me gusta leer, y me gusta tocar guitarra, aunque por una época tuve estas dos aficiones ocultas, por no decir que desterradas de mi vida, pero por una buena razón, el nacimiento y los primeros años de mis hijos.

 Y es que el cambio de prioridades del que le hablan a uno los amigos y familiares “Papás”,  no se vive, hasta que se vive. Y entre más lo vivo más lo siento.

Pero como en la vida “los hijos son prestados”, y además, estos empiezan a crecer creando esos pequeños espacios en los que sus personalidades se van delineando, convirtiéndose en esos seres cada vez menos dependientes, más libres, más ellos; hasta el día en que literalmente les oleremos a feo y preferirán, como nosotros lo hicimos, a sus amistades, con las cuales hablan el mismo idioma y del cual nosotros a duras penas entendemos fragmentos, por más puentes que hayamos tendido con ellos durante su infancia. 

Duele, si, pero como reconforta, como enorgullece ver a los hijos desarrollarse y desenvolverse día a día en este mundo que para bien o para mal, les hemos heredado, y que es de ellos más que de nosotros.

Y es ahí, en esos espacios que cada vez se vuelven más grandes, cuando uno vuelve a reencontrarse con ese que era, con ese ser individual y hasta egoísta, al que le gusta leer y tocar guitarra, y otras cosas más, pero sobretodo esas.

Por eso es que volví a leer, volví a perder mi cabeza entre páginas, volví a recrear en mi cabeza imágenes como sólo yo puedo hacerlo, gracias a los libros y por supuesto a sus autores, a quienes admiro profundamente y por eso es que quiero plasmar las sensaciones que percibo en las letras, para acercar a la gente al maravilloso mundo de los libros. 

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